Gambusia
holbrooki (Girard, 1859)
Pez pequeño (es
difícil encontrar machos que superen los 3 cm. y hembras mayores de
7) con un acentuado dimorfismo sexual: las hembras, además de su
mayor tamaño, poseen el vientre arqueado y con una mancha oscura muy
visible durante la “pseudogestación” (se trata de una especie
ovovivípara, la incubación se realiza en el vientre de la hembra);
los machos adultos presentan una aleta anal modificada en la que
varios radios forman un órgano copulador (gonopodio) que le sirve
para efectuar la fecundación en el interior de las hembras. Aletas
redondeadas (salvo la anal en los machos adultos), con la dorsal
ligeramente retrasada con respecto a la anal. Escamas bien definidas.
Boca súpera dotada de pequeños y agudos dientecillos. Habita
cualquier zona acuática, principalmente los tramos medios y bajos de
los ríos y otras masas de agua estancadas (charcas, embalses...),
gracias a su gran resistencia (soporta salinidades superiores al 20%,
temperaturas extremas, cierto grado de contaminación...).
Es una especie
originaria de Norteamérica que se introdujo legalmente en la
península ibérica en el año 1921 con la intención de combatir el
paludismo (las larvas de mosquitos constituyen uno de sus principales
alimentos) pero que, gracias a las condiciones idóneas que encontró
(temperaturas cálidas), a su precocidad sexual (adultos a partir de
5 o 6 semanas) y a su fecundidad (hasta tres generaciones por
temporada), se extendió rápidamente llegando a poner en peligro,
como serio competidor que incluso ha desplazado a alguna de ellas, a
varias especies autóctonas. En Ávila se puede encontrar en el río
Tiétar, en algunos embalses de otras subcuencas y en varias charcas
y lagunas.
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