domingo, 26 de marzo de 2017

Gambusia

Gambusia holbrooki (Girard, 1859)


Pez pequeño (es difícil encontrar machos que superen los 3 cm. y hembras mayores de 7) con un acentuado dimorfismo sexual: las hembras, además de su mayor tamaño, poseen el vientre arqueado y con una mancha oscura muy visible durante la “pseudogestación” (se trata de una especie ovovivípara, la incubación se realiza en el vientre de la hembra); los machos adultos presentan una aleta anal modificada en la que varios radios forman un órgano copulador (gonopodio) que le sirve para efectuar la fecundación en el interior de las hembras. Aletas redondeadas (salvo la anal en los machos adultos), con la dorsal ligeramente retrasada con respecto a la anal. Escamas bien definidas. Boca súpera dotada de pequeños y agudos dientecillos. Habita cualquier zona acuática, principalmente los tramos medios y bajos de los ríos y otras masas de agua estancadas (charcas, embalses...), gracias a su gran resistencia (soporta salinidades superiores al 20%, temperaturas extremas, cierto grado de contaminación...).


Es una especie originaria de Norteamérica que se introdujo legalmente en la península ibérica en el año 1921 con la intención de combatir el paludismo (las larvas de mosquitos constituyen uno de sus principales alimentos) pero que, gracias a las condiciones idóneas que encontró (temperaturas cálidas), a su precocidad sexual (adultos a partir de 5 o 6 semanas) y a su fecundidad (hasta tres generaciones por temporada), se extendió rápidamente llegando a poner en peligro, como serio competidor que incluso ha desplazado a alguna de ellas, a varias especies autóctonas. En Ávila se puede encontrar en el río Tiétar, en algunos embalses de otras subcuencas y en varias charcas y lagunas.



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