lunes, 9 de noviembre de 2015

Helados en lo que va otoño

Y no por la temperatura que, a diferencia de lo que viene siendo habitual en Ávila, este año podemos decir que estamos teniendo un otoño normal o incluso un pelín más cálido, sino porque la situación coyuntural (si todos lo dicen ¿por qué íbamos a ser menos?) nos ha mantenido alejados de cualquier lugar de pesca. El intenso inicio de la actividad académica, el avance en las diferentes temporadas deportivas, las circunstancias imprevistas... el caso es que, en lo que a la pesca se refiere, este otoño nos estamos quedando helados. Un otoño que si bien está siendo benévolo en lo que al mercurio se refiere, en cuanto a precipitaciones está dejando mucho que desear. Comenzaba octubre y, en Fuentes Claras, algunos barbos empezaban a boquear en la superficie tratando de encontrar algo de oxígeno. Hacía ya algunos meses que ninguno de los cauces que vierten sus aguas a este pequeño embalse podía aportar algo de tan preciado elemento líquido y la proliferación de algas, la no renovación del agua, la falta de racionamiento entre la población piscícola (!es que viven por encima de sus posibilidades!)... habían reducido al mínimo las reservas de oxígeno de esta masa de agua. A mediados de mes algunos chubascos dispersos vinieron a aliviar un poco esta dramática situación, pero, ya con noviembre iniciado, faltando de nuevo las tan deseadas precipitaciones y, con el embalse de Serones al mínimo, siendo necesario bombear agua desde Fuentes Claras para el abastecimiento de la capital abulense, la situación puede volver a empeorar en cualquier momento.

Domingo ocho de noviembre, día soleado, temperatura más que agradable, muchas tareas por realizar y poco tiempo para las mismas. Con tanta obligación entre manos UisBerto está perdiendo el tono físico y aprovecha para realizar una visita relámpago a la "sede" con un doble objetivo: mejorar algo la forma física (mucho trabajo por delante) y comprobar de primera mano la situación existente. Como el tiempo es escaso, decide acercarse hasta Fuentes Claras por la vía rápida y la primera vista ya ofrece un panorama sorprendente...


... alguien ha tenido a bien poner a funcionar "el chorro", ese elemento tan prescindible a nivel visual y paisajístico, como necesario para aportar algo de oxígeno al agua cuando este no se renueva. Berto y Varo, ambos más jóvenes que el embalse, no han visto salir agua nunca de esta, para ellos, enigmática estructura, por lo que UisBerto, que sí la vio funcionar hace ya años, aprovechó para tomar alguna fotografía que mostrar a sus compañeros no vaya a ser que vuelva a estar "aletargada" cuando estos tengan disponibilidad para visitar la zona.




En lo que se refiere al "informe de situación" destacar que ya no hay peces boqueando en la superficie (las cuatro gotas de lluvia y el movimiento del chorro parecen surtir efecto); el agua está más claro que de costumbre (algo sorprendente); las fochas, patos, cormoranes... van tomando posiciones para el invierno; el nivel está bajando (en Las Cogotas a marchas forzadas) y se necesita ya que llueva (habrá que sondear la posibilidad de realizar alguna danza ancestral para llamar a las precipitaciones y, a la vez, mejorar la forma física ;-) y los colores del entorno certifican que el otoño avanza, seco por el momento, pero inexorablemente.





¿Será posible realizar una escapadita antes de que finalice el otoño? ¿y antes de que se acabe el año? ¿lloverá ya? ¿seguirá funcionando "el chorro"? ... las respuestas a estas preguntas y a otras muchas más en nuestra próxima entrega.