Squalius
carolitertii (Doadrio, 1987) y
Squalius
pyrenaicus (Günther,1868)
Los “cachos” son
peces de mediano tamaño que, en óptimas condiciones, pueden llegar
a superar los 35 cm., aunque lo normal es que los adultos midan entre
12 y 25. Aletas medianamente desarrolladas y fuertes, con la caudal
algo ahorquillada y la dorsal relativamente larga y un poco retrasada
con respecto a las ventrales. Escamas grandes con una mancha negra en
su base y con el borde punteado, también de negro, lo que confiere a
estos peces un aspecto reticulado. Cabeza grande con la boca algo
subterminal y el labio superior más largo que el inferior. Se los
puede encontrar en todos los tramos de los ríos en los que habita.
Estos peces, que
tradicionalmente han sido conocidos como “cachos”, están
presentes en casi todos los ríos de la provincia de Ávila.
Realmente se trata de dos especies distintas: el bordallo (Squalius
carolitertii), endemismo ibérico de la cuenca de los ríos Duero,
Mondego, Limia, Miño y Lériz, lo podríamos encontrar en los ríos
de Ávila que pertenecen a la cuenca del Duero; y el cacho o cachuelo
(Squalius pyrenaicus), otro endemismo ibérico, en esta ocasión de
las cuencas de la mitad sur de la península, que encontraríamos en
los ríos abulenses de la cuenca del Tajo. (En la cabecera del
Alberche también hay bordallos, circunstancia que puede deberse a
una captura fluvial que desvió estas aguas, que originalmente
vertían en la cuenca del Duero, hacia la cuenca del Tajo).
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