lunes, 28 de diciembre de 2015

Sorpresa en Fuentes Claras

Se dice popularmente que "no hay mal que por bien no venga" y parece ser que en esta ocasión el dicho se cumple. El otoño menos lluvioso de los últimos años está dejando secos los cauces, poniendo en peligro las reservas acumuladas en los embalses y haciendo que el líquido que sale por nuestros grifos, al que no nos atrevemos a llamar agua (pues hace tiempo que perdió su condición de inodoro, incoloro e insípido), consiga cambiar el sabor de nuestra habitual pasta de dientes. Este "mal" sobrevenido en forma de ¿agua? poco utilizable (ni beber, ni cocinar, ni casi asearse) ha llegado acompañado de su correspondiente "bien" en modo sorpresa, como su propio nombre indica, inesperada. Marcelino Centeno, uno de nuestros habituales seguidores, ha decidido compartir con nosotros su experiencia en el paseo de esta mañana...

"Lunes de diciembre, vacaciones, la temperatura es buena y, por fin, parece que va a llover. Voy a darme una vuelta por Fuentes Claras, el nivel de agua embalsada está bajando muy rápidamente y quiero comprobar de primera mano la realidad de la situación.
Bajo por el carril bici de La Viña, menos gente que otros días... nadie en bici, un runner y dos jóvenes paseando al perro que, junto conmigo, formamos el cuarteto de los que no nos asustamos por el cielo nublado.
Termino de bajar y afronto el repechillo de la puerta, los excesos navideños hacen estragos y hoy me cuesta subirlo, desde arriba ya veo el agua y realmente está mucho más bajo que de costumbre. Una valla impide el paso de coches más allá del puente de la circunvalación y no se ve a nadie por la presa, todo parece tranquilo aunque una zona acordonada en la otra orilla llama mi atención.
Aumento el ritmo, quiero saber que pasa y ni me fijo en si hay algo de agua en Las Cogotas al pasar sobre el muro. A la altura del puente de la vía me adelanta un coche a gran velocidad para estar donde estamos, no me da tiempo a leer el rótulo entero ("Centro de Investig..."). Cuatro personas bajan del coche, dos se acercan al agua y las otras dos esperan junto a la cinta que acordona la zona y en la que, ahora sí, puedo terminar de leer el rótulo que traté de divisar el el automóvil: "Centro de Investigación de Fenómenos Naturales".
Llego junto a ellos, me saludan y les devuelvo el saludo, se identifican como agentes del CIFN y me explican que no puedo acceder a la zona, las extraordinarias circunstancias climáticas de este año podrían haber causado la aparición de una nueva especie en el embalse y dos técnicos trabajan para confirmar el evento. Los dos agentes me invitan a marcharme a casa advirtiéndome que pronto tendría más noticias y que nos podría haber "tocado la lotería". Les hago caso y, de camino a casa, envío mi diario a los colegas de Los Tres Pescadores que sé que estarán encima de este asunto."

Las palabras de Marcelino nos ponen en alerta de inmediato, entramos en contacto con el CIFN y pedimos permiso para acercarnos a la zona. Antes de recibir confirmación nos ponemos en marcha y llega justo cuando estamos bajando a la presa desde La Canaleja. El viaje no va a ser en balde y nos apresuramos para conocer cuanto antes todos los detalles de este misterio. Además del coche que nos había dicho Marcelino hay otras dos furgonetas de las que varios operarios están bajando distintos tipos de señalización.

Por fin llegamos y nos recibe el "Jefe de Operaciones" del CIFN que amablemente nos pone al día de la situación: La zona se va a señalizar como vedada a cualquier tipo de actividad piscícola (un nuevo "mal" que añadir a la pertinaz sequía) pero, tras la realización de los oportunos estudios, (y ahora viene el "bien" correspondiente) se habilitarán las licencias necesarias para explotar el preciado manjar que las circunstancias han tenido a bien traernos hasta Fuentes Claras y que podría terminar con las penurias económicas de una ciudad como Ávila...


... con foto incluida, el Jefe de Operaciones del CIFN, nos presenta al nuevo habitante de Fuentes Claras, el percebe de agua dulce (pollicipes pollicipes flumen), que alcanza mayores precios que su primo marítimo en el mercado y que, aunque la de los bombos un año más ha vuelto a pasar de largo, hace que en el final de este 2015 nos haya tocado esta particular lotería.


4 comentarios:

  1. Un poco más abajo ya en las Cogotas junto a la EDAR y desde hace tiempo se cultivan pepinos de mar con excelentes resultados

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    1. Si si al lado de las bateas de mejillones, ja ja ja

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  2. A mí me pareció ver un tiburón en verano, tener cuidado

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  3. Hay que jo*****, que tengamos que recurrir a las bromas para animar un poco a esta adormecida ciudad a la que no parece importar seguir en manos de sus ineptos dirigentes. Situación alarmante en las reservas, se instalarán reguladores de presión (alguien saldrá ganando), pero se siguen tirando litros y litros de agua en las calles ¿por qué?

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