- Domingo 10 de mayo... no hay posibilidad de realizar una salida extraordinaria...
- Sábado 16 de mayo... la actividad académica, otras circunstancias... nos quedamos sin jornada, a ver si mañana podemos compensarlo.
- Domingo 17 de mayo... finalmente no coincidimos, nos volvemos a quedar con las ganas.
- Sábado 23 de mayo... toca viaje, las temperaturas han bajado pero de mañana no pasa...
- Domingo 24 de mayo... por fin coincidimos, no es el horario habitual pero tenemos todo al día y, aunque nos ha tocado esperar, podemos empezar la "temporada".
De camino a Fuentes Claras vamos planificando la jornada de pesca: es el momento de iniciar las actividades "competitivas"; ¿qué hacemos? ¿trofeo de un día? ¿iniciamos una liga o copa primaveral?; vamos ajustando los criterios de clasificación... pero al llegar todo cambia repentinamente: nuestros puestos habituales están ocupados; las nubes amenazan chubascos; las prisas, que para nada son buenas, limitan el cebo disponible. Sabemos que volveremos a tardar en coincidir (este año montamos un circo y...) así que decidimos unánimemente tomar la salida como una jornada de mantenimiento.
Preparamos los montajes y Berto, en su caña de veleta, comienza a tener las primeras picadas, parece que podemos tener suerte. Las cosas cambian de inmediato, un chubasquillo varía las condiciones en un abrir y cerrar de ojos. El viento para, incluso hace calor, finalmente son cuatro gotas y, cuando cesan, la actividad de los peces se traslada a las cañas de fondo. Algún tiento en la de Berto, alguno más serio en la de Varo y el "definitivo" en la de UisBerto. Un carpín de 25 cm., que regresa al agua rápidamente, nos evita el "cero" en una jornada en la que, tal y como se estaban poniendo las cosas, era lo que nos temíamos.
Viento cambiante, un rato calor, otro más fresquito, ahora sol, ahora cubierto, puestos desconocidos... no hay más remedio, tenemos que aprovechar para hacer un buen entrenamiento y, de manera inevitable, disfrutar del oportuno "entretenimiento colateral". UisBerto contempla el vuelo de las rapaces, Berto "persigue" saltamontes y monta una cucharilla para efectuar unos "lanzurnos" que terminarán convirtiéndose en "helicóptero", y Varo, analizando todas las posibilidades para la creación inminente de su "circo", compaginó el relax con la realización de un vídeo y alguna toma panorámica...
Tras dejar todo en orden volvimos a casa deseando que pronto podamos hacer una nueva escapada. El próximo finde parece difícil (actividades académicas, escapadas prevacacionales...); el siguiente... no sabemos todavía; cuando tenga que ser, será, y ahí estaremos para disfrutarlo al máximo.